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sábado, 16 de julio de 2011

II SIMULACRO EVALUACIÓN COMPETENCIA

SECCIÓN PSICOPEDAGOGÍA

LA PEDAGOGÍA NATURALISTA*
ROUSSEAU
(EXTRACTO)
Lorenzo Luzuriaga


Juan Jacobo Rousseau es, como se ha dicho, una de las personalidades más salientes de la historia de la pedagogía. A diferencia de Comenio, Pestalozzi o Fröebel, no fue propiamente un educador, pero sus ideas pedagógicas han influido decisivamente sobre la educación moderna. [...]

Dado el carácter asistemático de las ideas de Rousseau, es muy difícil reducirlas a unas pocas líneas. Sin embargo, a través de todas sus manifestaciones se perciben ciertas ideas esenciales, que vamos a tratar de exponer sintéticamente. Se ha dicho que la pedagogía de Rousseau es naturalista, que predica el evangelio de la naturaleza frente a la cultura y la sociedad. Y aunque hay mucho de verdad en esta calificación, no es toda la verdad. La naturaleza, en efecto, es lo primordial en la teoría de la educación rousseauniana; pero la naturaleza se interpreta en ella de diversos modos. Externamente, la naturaleza es lo opuesto a las convenciones sociales tan desarrolladas en su época; es lo contrario de lo artificioso y mecánico; en este sentido, Rousseau busca al hombre primitivo, natural, anterior a todo lo social. Pero ello es sólo el aspecto externo, negativo de su concepción de la naturaleza. Lo primitivo y valioso en ésta es la naturaleza como equivalente a lo esencial del hombre, lo que tiene un valor sustantivo y permanente. En este sentido, hay que hablar del humanismo, más que del naturalismo, de Rousseau. Esa naturaleza humana está regida por leyes generales, racionales que se hallan por encima de todas las circunstancias históricas y sociales. “En el orden natural –dice al hablar de su Emilio– siendo todos los hombre iguales, su vocación común es el estado del hombre… Al salir de mis manos, no será, convengo en ello, ni magistrado, ni soldado, ni sacerdote; será primeramente hombre; todo lo que un hombre debe ser”.

Ahora bien, esta educación humana lo primero que exige es la libertad, la independencia respecto a los demás hombres. “Se han ensayado todos los instrumentos menos el único que precisamente puede tener éxito: la libertad bien reglada”. “El único que hace su voluntad es aquel que no tiene necesidad para hacerla, de poner los brazos al extremo de los suyos, de donde se sigue que el primero de todos los bienes no es la autoridad, sino la libertad”. Pero esta libertad no es limitada; está reglada por la necesidad, por la fuerza de las circunstancias naturales, que sustituyen al mandato y la obediencia sociales, artificiales.
Otro principio esencial de la pedagogía de Rousseau es el de la actividad, el aprender por la propia experiencia, en vez de por la enseñanza de los demás. “Haced a vuestro alumno atento a los fenómenos de la naturaleza, bien pronto le haréis curioso; para alimentar su curiosidad, no os apresuréis jamás a satisfacerla. Poned a su alcance las cuestiones y dejádselas resolver. Que no sepa nada porque se lo habéis dicho, sino porque lo ha comprendido él mismo: que no aprenda la ciencia, que la invente”. Y respecto a la experiencia dice: “Si él [el alumno] se engaña, dejadle hacer, no corrijáis sus errores; esperad en silencio a que esté en condiciones de verlos y corregirlos por sí mismo, o a lo más, en una ocasión favorable, presentad alguna operación que se lo haga sentir. Si no se equivocara jamás, no aprendería tan bien”. En este sentido Rousseau es también uno de los precursores de la escuela activa moderna.

Íntimamente unida con estos principios está el de la psicologización de la educación. Rousseau ha sido el primero que ha visto claramente la diferencia entre la mente del niño y la del adulto, el primero que ha reconocido a la infancia como una edad propia, como una etapa con caracteres peculiares, que hay que estudiar y respetar. Antes de él, el niño era sólo un hombre pequeño, un estado meramente transitorio que debía desaparecer cuanto antes: “Buscan siempre al hombre en el niño –dice– sin pensar en lo que éste es antes de ser hombre”. Hay, pues, que estudiar al niño. “No se conoce a la infancia; con las falsas ideas que se tiene de ella, cuanto más lejos van más se extravían”. “La infancia tiene maneras de ver, de pensar, de sentir que le son propias”. A esta etapa de la infancia sigue la de la adolescencia, que tiene también caracteres propios, y que igualmente hay que conocer y respetar.
Se ha considerado a Rousseau como el representante típico del individualismo en la educación, y así lo es también en cierto modo, ya que su alumno se educa sólo con un preceptor.

Pero los fines de su educación no son individuales, sino también sociales, sólo que distintos de los que tenía la educación convencional de su tiempo contra la cual reaccionaba. Así, por ejemplo, quiere que Emilio conozca un oficio que sea útil para sí y para los demás. En ese sentido, para él, el arte más importante es la agricultura, a la que sigue la herrería, la carpintería, etc. Estos oficios constituyen la base de la sociedad, y hay que generalizarlos a otras profesiones para comprender todo su alcance social. [...] Queda aún mucho que señalar en la educación rousseauniana; pero nos ocuparía un espacio excesivo. Si se quiere resumir sus ideas pedagógicas en pocas palabras habría que decir que para Rousseau la educación constituye un desarrollo natural, que procede de dentro a fuera, en vez de ser una construcción de fuera a dentro como querían Locke y los sensorialistas. Que la educación comienza con la vida y que en ella se debe proceder gradualmente acomodándola a las diversas etapas del desarrollo: infancia, adolescencia, juventud. Que la educación ha de enseñar a vivir, que ha de ser activa y realizarse en un ambiente de libertad. Que aunque lo decisivo es el desarrollo del individuo, éste ha de tener un espíritu social. Que la educación ha de atender tanto al aspecto físico, como al intelectual y moral, y que en ella el sentimiento, la vida afectiva tiene que ocupar un lugar importante, como la razón. En suma, que la educación debe ser integral, total, humana.
Como en todas las teorías, en la de Rousseau hay también sus puntos débiles. Entre ellos se cuenta su idea de la educación de la mujer, que la reduce a ser la compañera del hombre y que subordina todo a esto. Asimismo falta en Rousseau la idea de la educación popular, de la educación de la masa, aunque en otro trabajo se haya ocupado someramente [...] de la educación nacional. También es excesiva su concepción optimista de la acción de la naturaleza, del desenvolvimiento espontáneo sin la acción directa de la educación. Finalmente, no es admisible el papel que asigna al educador de mero acompañante del educando, limitado a un solo alumno.

* Tomado de: Historia de la educación y de la pedagogía. Buenos Aires, Losada, 1989, pp. 166-170.

PREGUNTAS
1.      Según la lectura, Juan Jacobo Rousseau es considerado una de las personalidades más destacadas de la historia de la pedagogía, puesto que

A) fue un educador cuyas ideas pedagógicas contribuyeron de modo importante con la educación moderna.
B) en este personaje de la historia de la pedagogía hallamos ideas precursoras de la educación moderna.
C) consigue psicologizar a la educación cuando comprende las diferencias entre el ser natural y el adulto.
D) en la historia de la pedagogía difícilmente se encuentran principios pedagógicos tan sólidos y modernos.
E) ubica en el centro de su teoría educativa a la naturaleza humana, razón por la cual es precursor de la escuela activa.


2.      De acuerdo con el texto, la pedagogía de Rousseau es naturalista, pero esta calificación es una verdad a medias puesto que

A) en su teoría educativa valora como engañosa y mecánica a la cultura de su época, lo cual resulta adverso a la naturaleza.
B) a pesar de la importancia de la naturaleza, ésta se halla en contradicción con la cultura y la sociedad.
C) cuando se refiere a la naturaleza humana, la identifica regida por leyes sociales, según las circunstancias históricas.
D) algunas de sus ideas pedagógicas permiten enfatizar el carácter humanista de sus principios educativos, más que el naturalismo.
E) Rousseau va más allá de lo estrictamente natural en el hombre, cuando encuentra la autenticidad del ser primitivo y consigue socializarlo.


3.      Según el texto, uno de los principios pedagógicos básicos que distinguen a Rousseau como precursor de la escuela activa, consiste en

A) impulsar el desarrollo científico mediante la sensibilidad del niño.
B) privilegiar en el proceso de aprendizaje la experiencia propia del alumno.
C) situar la atención del alumno en los fenómenos de la naturaleza a fin de que aprenda a corregir errores.
D) promover un tipo de aprendizaje eficaz basado en el conocimiento de la naturaleza.
E) propiciar un modo de educación que favorezca la relación del alumno con su medio ambiente.


4.      De acuerdo con la lectura, la psicologización de la educación es uno de los principios de la pedagogía rousseauniana, y puede comprenderse como

A) el reconocimiento de la infancia como una de las etapas del desarrollo humano.
B) el descubrimiento de la mente del niño como la de un hombre pequeño.
C) el estudio de la infancia desde la perspectiva de la educación del adulto.
D) el conocimiento de la mente del niño como una entidad equivalente a la edad adulta.
E) la aplicación de la psicología educativa puesto que la infancia se desconoce.


5.      En síntesis, puede decirse que el tipo de educación que concibe Rousseau debe ser integral, total y humana puesto que

A) fija su atención en el individuo que antecede a la cultura, su acción pedagógica se centra en un solo alumno y es el primero en proponer que debe respetarse a la infancia.
B) propone formar al alumno desde una perspectiva individualista de modo tal, que la libertad del hombre sea lo más importante y sugiere el cumplimiento de toda norma social.
C) formula el aprendizaje por descubrimiento, estudia el desarrollo humano desde el hombre primitivo hasta la edad de la razón y defiende la igualdad entre los hombres.
D) toma como punto de partida a la naturaleza humana, el desenvolvimiento del individuo como la sucesión de distintas etapas y se ocupa de las cualidades del hombre en su conjunto.
E) se interesa principalmente por la formación profesional de su alumno y sugiere un tipo de aprendizaje que proporcione únicamente conocimientos útiles para un oficio que contribuya con la sociedad.


SECCIÓN CIENCIAS SOCIALES

LA DESIGUALDAD EN EL SISTEMA EDUCATIVO MEXICANO*
(EXTRACTO)
Carlos Ornelas
A pesar de los grandes esfuerzos y logros de siete décadas aún hay muchos rezagos y saldos pendientes respecto a la igualdad social. La transición del Sistema Educativo Mexicano (SEM) hacia una mejor distribución de los bienes y servicios educativos representa grandes desafíos: se arrastran cargas históricas, el atraso es muy grande y existe una tremenda desproporción entre las regiones del país y, particularmente, entre las clases sociales. [...]

El afán histórico del Estado mexicano se consagró principalmente a expandir la oferta educativa, a satisfacer lo que se denomina la demanda social, es decir, casi una respuesta mecánica a los reclamos de los diversos segmentos de la sociedad y su capacidad de presión política. A lo largo de los años, el sistema creció a veces a ritmos rápidos o en ocasiones lentamente, pero sin lograr hasta el presente que todos los niños tengan la oportunidad de asistir a la escuela. Lo cual se agrava porque se hace poco para retener a muchos de ellos en el sistema escolar, la deserción es muy alta, de manera tal que a pesar de los programas para la educación de los adultos y de alfabetización, no se puede abatir el rezago. Y, aunque los mecanismos preventivos de la deserción (educación inicial y preescolar) han tenido efectos positivos, éstos son todavía marginales en los sectores pobres.
Asimismo, salvo en uno que otro experimento y en programas recientes, es casi nada lo que se hace para tratar de igualar los resultados escolares, es decir, no se destinan recursos suficientes para apoyar a quienes tienen desventajas sociales con el fin de que mejoren el aprendizaje. Por último, hay muchos elementos que indican que en México la contribución de la educación a la mengua de las diferencias de clase es escasa o marginal. No se requiere mucha perspicacia para comprender que los sectores populares son quienes sufren más del atraso escolar y que éste corresponde (por supuesto que no de manera lineal) a las disparidades sociales. [...]

LOS AVANCES
Según ciertas estimaciones, en 1910 más de 85% de la población adulta y más de 78% de la población total era analfabeta. Según el censo de 1910, había en México poco más de 15 millones de habitantes. Para 1994, quizá el porcentaje de analfabetismo sea de alrededor de 10% ya que en 1990, según el XI Censo Nacional de Población y Vivienda la cifra era de 12.4% para mayores de 15 años, lo cual es todavía muy alto. Sin embargo, si se toman en cuenta los grupos de edad, la cuestión es relativa ya que el analfabetismo entre personas mayores de 50 años es casi de 30%, en tanto que únicamente menos de 4% de los jóvenes entre los 15 y los 19 años de edad no saben leer y escribir. Esto, según Teresa Bracho, es congruente con las oportunidades de escolaridad que había en los tiempos en que esos adultos estaban en edad de asistir a la escuela. En 1930, el promedio de escolaridad total de la población era de 1.5 años; 20 años después el promedio aumentó a dos años y en 1970 era de 3.38 años. Es decir, en cuatro décadas, de 1930 a 1970, apenas se rebasó el doble del nivel de escolaridad promedio de la población. En 1990, el promedio ascendió a 6.65 años, es decir, casi se duplicó en 20 años. Todo eso significa un avance importante, pero apenas pone a México como un país de primaria.

En 1993, de una población estimada en poco más de 87 millones, había más de 25 millones de mexicanos en el sistema educativo formal, casi 30% de la población total del país. [...]
De 1950 a 1980, el ritmo de crecimiento promedio anual del sistema fue del 6.72, equivalente a 560% acumulado en los 30 años, para disminuir, de 1980 a 1992, a 1.5% en promedio por año. Durante las primeras tres décadas de esta reseña, el incremento del sistema se empató con la industrialización del país, el desarrollo de las vías de comunicación, la urbanización acelerada, el cambio brusco en la división social del trabajo y el ensanchamiento de las expectativas de la gente por la movilidad social. La urbanización y los cambios en la composición de la fuerza de trabajo reforzaron las tendencias centralistas. La oferta de servicios, las posibilidades de empleo y las probabilidades de mayor escolaridad, se concentraron en las ciudades, principalmente en las grandes. Donde, además, los diferentes segmentos sociales se pueden organizar mejor para presionar por una mayor atención a sus necesidades. [...]

La desigualdad educativa no se puede atribuir exclusivamente a la lógica interna del SEM, aunque ésta tenga mucho que ver. Aquélla se ubica en la dinámica del desarrollo capitalista inequitativo y centralista. La concentración de servicios en las ciudades y la desigual distribución del ingreso son cargos al Estado corporativo que hizo de la transferencia de fondos públicos, la afluencia de recursos de la agricultura (en general de todo el sector primario) a la industria y de la protección económica, los pilares del “milagro mexicano”. A pesar de la retórica revolucionaria, de las reformas sociales, de la legislación laboral, de la creación de infraestructura y del control sobre los recursos naturales, el Estado desarrollista fue incapaz de avanzar de modo significativo en la justicia social.

No obstante que México ocupa el lugar 13 o 14 en la economía mundial, en términos del Producto Interno Bruto per capita en seguridad y gasto sociales, está como en el lugar 60. [...]
Con el fin de avanzar más en la equidad social, es necesario –paso a paso, con reformas profundas– desmantelar el Estado corporativo que, con el discurso de la justicia social, cubrió la política autoritaria y nubló las demandas de la justicia distributiva.

* Tomado de: Carlos Ornelas. El Sistema Educativo Mexicano. La transición de fin de siglo. México, CIDE-NF-FCE, 1995, pp. 207-211, 229, 245.
José E. Iturriaga, La estructura social y cultural de México, México, Fondo de Cultura Económica, 1951, p. 165.
Teresa Bracho, “Distribución y desigualdad educativa en México: 1990”, Documentos de Trabajo del Centro de Investigación y Docencia Económicas, México, 1994, cuadro 5, mimeografiado.
Felipe Martínez Rizo, “La desigualdad educativa en México”, en Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, vol. XXII, núm. 2, 1992, p. 85. Compilación propia a partir de las tablas del Banco Mundial.
Cf. World Bank, Trends in Developing Economies: 1993, Washington, D.C., The World Bank Publications, 1994.

PREGUNTAS
1.      En esta lectura, el propósito del autor es el de

A) identificar las carencias y dificultades que el Sistema Educativo Mexicano enfrenta para cubrir las demandas de educación de toda la población.
B) señalar los diferentes papeles que el Estado ha jugado en la distribución y el funcionamiento de los servicios educativos del país.
C) relacionar las causas de la problemática educativa con las formas de desarrollo económico del país.
D) comparar las características actuales del Sistema Educativo Mexicano con las que éste tendría si el Estado se transformara.
E) mostrar la influencia del desarrollo regional dispar sobre el crecimiento del Sistema Educativo Mexicano.


2.      Según Ornelas, el Sistema Educativo Mexicano se ha dedicado fundamentalmente a expandir la oferta educativa. Esto se ha realizado de manera

A) adecuada, al convertir un país de analfabetas en un país con escolaridad máxima de primaria.
B) diferencial, dando prioridad a los requerimientos de los grupos sociales que tienen mayor capacidad de organización.
C) disociada con las regiones que presentan mejores condiciones económicas para el desarrollo social.
D) efectiva, ofreciendo servicios educativos que compensan el atraso social en el que se encuentra la población adulta.
E) sistemática, para atenuar el abandono de los estudios entre las clases de escasos recursos.


3.      Los logros del Sistema Educativo Mexicano se pueden observar más claramente en

A) el incremento de los niveles de retención de la escuela primaria.
B) la multiplicación de los programas para evitar la deserción.
C) el alto porcentaje de la población que acude a la escuela.
D) la elevación del nivel nacional de escolaridad.
E) el abatimiento del analfabetismo.


4.      Una conclusión que puede extraerse de esta lectura es que

A) las diferencias que existen actualmente entre las clases sociales y las regiones impiden un crecimiento más equitativo del sistema educativo. 
B) la superación del atraso educativo depende de la voluntad política del Estado para ampliar los servicios escolares.
C) es necesario contar con un sistema educativo más eficiente para contrarrestar la desigualdad social que se padece en nuestro país.
D) mientras no se resuelvan las inequidades provocadas por el desarrollo social, el rezago educativo difícilmente se podrá abatir.
E) la expansión del sistema educativo ha registrado un adelanto notable en la distribución equitativa de sus servicios.


SECCIÓN ESPAÑOL

EL REALITY SHOW DE UMBERTO ECO*
María Bargueño
Cuando, a finales de 1989, publicó El Péndulo de Foucault, el nombre de Umberto Eco invadió durante meses las páginas de los periódicos; algo similar a lo que ocurrió nueve años antes, tras el éxito de El nombre de la Rosa, novela que acabaría siendo trasladada al cine. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, parece como si el escritor piamontés hubiera desaparecido de la faz de la tierra y, sólo de vez en cuando, sabíamos de él por ciertos artículos de prensa. Algunos se preguntaban qué pasaba con Umberto Eco, quien, de ser la estrella literaria de determinados momentos, se ocultaba en un sepulcral silencio. La respuesta no se ha hecho esperar: además de sorprender con un ensayo dedicado a la búsqueda de la lengua perfecta en Europa, Umberto Eco, que no tiene pelos en la lengua, ha dado una sonora campanada arremetiendo contra los reality shows, esos programas televisivos que tanto dan que hablar en Italia, Francia y España.

“Lo peor de la latinidad –dijo el semiólogo y novelista italiano, recién laureado con la Legión de Honor francesa– aflora en esos debates televisivos que ofrecen peleas y altercados en directo”.

Centenares de personas fueron testigos, en la Academia Española de Roma, de las acusaciones que Umberto Eco hacía a las cadenas de televisión, a las que calificó de irresponsables, en un discurso paradigmático de su gusto por la provocación intelectual.
Como si del propio Salomón se tratara, Umberto Eco propuso, como solución intermedia, que se instalase en los estudios televisivos una máquina que eliminara el sonido en el momento en que la voz de los protagonistas de la “bronca” llegara a determinado volumen: “De esta forma –dijo– los dos cretinos en cuestión quedarán expuestos al ridículo ante los espectadores mientras hablan y cierran simultáneamente la boca sin emitir ningún ruido”.
Creador de best-sellers Devoto del novelista inglés Wilkie Collins, autor de La piedra lunar y La mujer de blanco, y lector incansable de Petrarca y Leopardi, Umberto Eco navega entre dos polos opuestos: el de la erudición, como catedrático de semiología en la Universidad de Boloña, y el de la creación de best-sellers.

Hombre de formación católica convertido en intelectual radicalmente laico, a sus 61 años Eco se define como una persona que teme especialmente la muerte, la violencia y el fanatismo y, en consecuencia, la locura cósmica que existe en el universo. Sin embargo, confiesa que no tiene miedo a la oscuridad, ni a los gatos negros, ni a las enfermedades.

Entre los filósofos que más aprecia, Aristóteles figura en el primer puesto entre los antiguos, y Pierce entre los modernos. De ellos ha tomado los principios básicos de su teoría semiótica y, por ello, se comprende bien que cite con tanta profusión un principio aristotélico que él convierte en su lema: “El ser se dice de muchas maneras”.

En su más reciente ensayo, Eco considera que la lengua en tanto organismo vivo siempre se las arregla para enriquecerse y sobrevivir, por muchos “barbarismos” mortales que la ataquen: “Es obvio –escribía no hace mucho en un artículo en Nueva York, donde hay puertorriqueños, indios, paquistaníes, etcétera–, la mezcla de gente impone un lenguaje simple al resto de la comunidad. Pero yo no soy de los que se sorprenden cuando las nuevas generaciones hablan su caló. La lengua es fuerte, siempre lleva la voz cantante”.
* Tomado de: La Jornada Semanal. Nueva Época, núm, 16, 25 de junio de 1995, México, D.F.

PREGUNTAS
1.      De acuerdo con sus características, el texto de María Bargueño puede clasificarse como

A) una biografía.
B) un artículo.
C) un reportaje.
D) una entrevista.
E) un ensayo.


2.      En el texto se afirma que el discurso que pronunció Umberto Eco en la Academia Española de Roma, es paradigmático de su gusto por la provocación intelectual. En esta afirmación la palabra paradigmático significa que se trata de un discurso que

A) es de tipo contrario a los que suele utilizar Umberto Eco.
B) es de tipo distinto de los que suele utilizar Umberto Eco.
C) incluye otros que suele utilizar Umberto Eco.
D) sintetiza otros que suele utilizar Umberto Eco.
E) sigue el modelo de los que suele utilizar Umberto Eco.


3.      En el fragmento: Entre los filósofos que más aprecia, Aristóteles figura en el primer puesto entre los antiguos, la palabra subrayada tiene la función de

A) predicativo.
B) objeto directo.
C) objeto indirecto.
D) aposición.
E) sujeto.


4.      En el fragmento: Algunos se preguntaban qué pasaba con Umberto Eco, el segmento subrayado tiene la función de

A) oración subordinada.
B) paráfrasis.
 
C) oración coordinada.
D) sujeto.
E) hipérbole.


5.      En la lectura se dice que Umberto Eco es un intelectual radicalmente laico. En ese contexto, la palabra laico puede ser sustituida por

A) apolítico.
B) prosaico.
C) irreligioso.
D) irreverente.
E) polémico.

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